Asombrado la miré, con ojos de resentimiento, sus palabras profundizaban en mi como el mar entre las rocas, rocas duras, duras como mi corazón..-si tanto daño te hice, porque as vuelto- me atreví a preguntar.-¿Que por que?, tu me as llamado..-su sonrisa hizo acto de presencia, pero era una sonrisa picara, como si ella supiera algo que yo no sabia- tu mirada en el autobús, el como me hablabas sin siquiera despegar los labios, tus movimientos al pasar cerca de mi, me llamas sin darte cuenta, y sin darme cuenta respondo como una idiota-.Quizás era cierto y era yo quien quería que viniera. Al averiguar que así era no supe mas que sentir pena, una profunda y dolorosa pena hacia mi mismo, ¿como podía haber sido tan prepotente, como podía haber estado ciego, mudo y sordo durante tanto tiempo?, ¿Como podía haber tenido esos aires de superioridad cuando la tenia cerca?.Definitivamente, era ella la chica que había evitado querer mientras mi corazón moría por ello sin yo saberlo.-¿Y bien?- ya no tenia sonrisa en su rostro, su expresión era como la de aquella persona que espera el ultimo tren de su vida y no llega nunca- De acuerdo, si eso es todo, me iré de nuevo y sinceramente espero que estés seguro de dejarme ir por que aunque mi ser quiera dirigirse a ti , no volveré, ya no habrá un segundo reencuentro para nosotros-.-¡VUELVE!- le grite, quizás demasiado fuerte, quizás la asuste, lo único que se cierto es que se detuvo, sin dar marcha atrás, sin mirarme de nuevo a la cara, pero no siguió su camino- no quiero que te vallas, tienes razón en todo lo que as dicho, te ignoraba mientras mi corazón te llamaba desesperado, espero que no sea tarde, por que ahora que mi endemoniada cabeza empieza a entender quien soy realmente y sobretodo que no soy absolutamente nadie sin ti, no podría vivir sabiendo que existes y que no estas a mi lado..te.. necesito.He de reconocer que en mis ultimas palabras la voz me temblaba al ritmo de mis piernas, pero solo era por que en silencio, ella se acercaba hacia a mi, con intención de llegar mas cerca de lo que habíamos estado nunca.